sábado, 9 de abril de 2016

La Eyaculación Precoz, ¿Es una enfermedad?

Somos muchos los que, tras descubrir que hemos sido tocados por la varita de la Eyaculación Precoz nos preguntamos una y otra vez si es posible que estemos enfermos (con lo que implica el significado pleno de la palabra “enfermedad”). ¿Será algo psicológico lo que me ocurre o por el contrario sufrimos algún problema físico? Son muchas las preguntas que nos vienen a la mente y que con el tiempo descubres que tiene respuestas sencillas.

A pesar de la dificultad que puede suponer explicar qué con claridad qué significa ser Eyaculador Precoz sí es cierto que podemos responder con rotundidad y sencillez a esta cuestión que tanto nos preocupa. ¿Es la Eyaculación Precoz una enfermedad? 

Rotundamente NO.

La Eyaculación Precoz no es una enfermedad sino un trastorno o disfunción sexual que afecta al proceso eyaculatorio y por tanto a nuestra sexualidad individual y en pareja (es en este segundo ámbito y por razones obvias el que más suele preocuparnos a aquellos que sufrimos de precocidad eyaculatoria).

Si tratamos de buscar información sobre este trastorno podremos observar que la mayoría de los especialistas coinciden en que las causas están más relacionadas con la psicología (aspectos psicogénicos) que con aquellas puramente orgánicas (físicas). 

Por tanto, cuando desafortunadamente pasamos a ser hombres disfuncionales deberíamos ser conscientes de que el camino a una posible solución (si fuese posible) está en buscar y tratar hándicaps mentales más relacionados con aspectos de nuestra psique que con problemas físicos localizados en puntos concretos de nuestra anatomía.

Es por tanto, es inevitable que el Eyaculador Precoz se haga a sí mismo todo tipo de preguntas cuando descubre que algo en su proceso eyaculatorio no está dentro de la normalidad o al menos dentro de su control. Pero es fundamental ser consciente de que no estamos enfermos. Nuestra disfuncionalidad nada tiene que ver con lo que se entiende por enfermedad aunque lo primero que uno pueda llegar a pensar sea eso.

Yo mismo debo confesar que siempre pensé que mi mal escondía su principal origen en algún aspecto físico de mi organismo. No sólo lo pensé, sino que llegué a desearlo puesto que de alguna manera siempre soñé con la remota posibilidad de que existiera una intervención quirúrgica o tratamiento que pudiera solucionarlo por completo. Pero está claro que no es así.

Conocerse a uno mismo y tratar de buscar la mejor manera de ayudarnos es una de las mejores maneras de buscar una solución a nuestro mal o al menos tratar de paliar sus efectos negativos dentro de nuestras relaciones de pareja. Al menos a mí me sirvió de mucho descubrir que a pesar de todo NO ESTOY ENFERMO sino que soy un chico DISFUNCIONAL.